Desde que la Fundación inició su trabajo de cooperación en el Valle de Hushé el desarrollo de la agricultura ha sido una de las prioridades, convencidos de que permite mejorar la alimentación, y por tanto la salud de sus habitantes. Además el incremento de producción sirve para aumentar los recursos de las familias.
Con este objetivo se han desarrollado diferentes actuaciones:
- Microcréditos. Se estableció un fondo económico que a través de microcréditos financia a las familias para la adquisición de semillas, herramientas, abonos, invernaderos, etc. Un agente local los gestiona y se devuelven al final de la campaña agrícola, tras la venta de los productos.
- Protocolos de siembra y cultivo. Se realizó un estudio climático y un análisis del suelo que permitió introducir nuevas variedades de trigo y patatas, adecuándolos al terreno y al clima, que han favorecido un aumento de producción tanto en calidad como en cantidad.
- Repoblación forestal. Se planteó este proyecto al observar un problema de deforestación, puesto que la fuente de energía principal era la leña. Por ello se llevaron a cabo experiencias de repoblación con plantación masiva de chopos y sauces.
- Introducción de nuevos cultivos de hoja verde. Teniendo como objetivo mejorar la alimentación de los habitantes se introdujeron nuevos cultivos como zanahoria, nabos, cebolla, tomate, lechuga, coliflor, guisantes, etc.
- Proyecto Familia a Familia. Consistió en la creación de una plantación de árboles frutales destinados a las familias de Hushé con el objetivo de complementar la dieta alimenticia con los beneficios de la fruta. La financiación se llevó a cabo con la aportación de familias españolas a familias de Hushé. El Comité Local proporcionó el terreno donde se plantaron los árboles en la primavera de 2020.
- Proyecto Invernaderos. Es una nueva apuesta que permite ampliar los periodos de cultivo, aprovechar mejor la luz del sol y paliar las bajas temperaturas. Se construyó un primer invernadero y se comprobó su efectividad mejorando el crecimiento de las plantas y el rendimiento de la producción. El proyecto continua, con la instalación de nuevos invernaderos y con la formación de hombres y mujeres para su atención y cuidado.
Todas estas actuaciones desarrolladas se vinculan a una de las metas que proponen los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible): “Proyectos que persigan asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.”